Dicen que llega durante la noche sin hacer ruido, sus pasos son como el beso de la brisa sobre el asfalto, sus pies son ligeros y seguros, nunca un paso en falso, nunca un paso atrás. En su diestra firme oscila el acero, en la siniestra dos cañones prestos a escupir su carga de plomo. Y ahora, si tenéis capacidad para ello, temedle, malditos zombies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario