jueves, julio 03, 2008

Los peligros de pedir y de dar


"Deme la voluntad, por favor"-argumentó el indigente- y aquel hombre era tan espléndido que se la dió, quedándose si ella para siempre y convirtiéndose en un monigote en manos del cruel destino.

2 comentarios:

  1. Anónimo4:20 p. m.

    Buenas , llevo unas semanas leyendote y hoy he tenido la necesidad de no dejarlo pasar mas tiempo. Necesitaba decirte, que me gusta como escribes y como en pequeñas dosis consigues engancharme cada vez un poco mas y hacer que espere con ganas al dia siguiente para volver a leerte, te has convertido en uno de mis marcadores favoritos. Gracias por unir y entralazar las letras de una forma extraordinaria y hacerlas bailar como una bailarina en una caja de musica; suave y elegante.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias. Leer este tipo de comentarios me anima a seguir adelante y pensar que siempre puede haber alguien a quien tus repentinos pensamientos y locas ideas pueden llegar a agradar, hacerles pensar o sonreír un instante. De nuevo gracias.

    ResponderEliminar