viernes, agosto 15, 2008

Excusas al fuego


Nos tacharon de ser injustos, pero en realidad solo fuimos ineptos. Nos acusaron de mal carácter, pero tan solo fue prepotencia. Nos felicitaron por nuestros logros, pero nosotros solo acabamos lo que otros habían empezado. Ahora confesamos antes de que el fuego alcance nuestras almas, pero el fuego no entiende de perdones ni conciencias, y se alía con el tiempo para acabar reduciendo a cenizas la madera podrida.

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