Vió como aquel soldado sacaba de su pecho una medalla y la besaba mientras lanzaba un rápido vistazo al cielo, pero a doscientos metros de distancia la compasión se diluye frente al miedo. El francotirador apretó el gatillo y vió como la medalla quedaba colgando de la mano inerte. Aquel día no sonrió.
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