Medusaman

Durante la visita a una exhibición científica, Pedro Parques fue picado por una medusa que había sido expuesta a los experimentos radiactivos que allí se llevaban a cabo. Esto provocó que paulatinamente el chico adquiriera poderes sobrehumanos: la lentitud, flaccidez y toxicidad proporcionales a las de una medusa de su tamaño; un "sentido medúsido" que le oculta los peligros y la habilidad de adherirse y quedarse inmóvil en cualquier muro o pared, independientemente de su horizontalidad. Se las ingenia además para construir un mecanismo que le permite lanzar un viscoso producto químico urticante.
En un principio, Pedro trató de usar estas habilidades para su propio beneficio y se introdujo en el mundo de la lucha libre, adoptando la identidad secreta de Medusaman. Tras encontrar empleo en varias Etts, acabó como funcionario del estado en una oficina de recaudación, es entonces cuando comprende las palabras que su tío le repetía para inculcarle el sentido del deber: "Un gran poder conlleva una gran laxitud".

Consejo

Ya me lo dijo mi padre: nunca mastiques la sal.

El niño de goma

Eric era un niño de goma que vivía en un mundo de papel. Una mañana al levantarse descubrió que si se secaba la cara con fuerza podía borrar el estampado de la toalla. El mundo de papel era muy frágil ante Eric, pues él tenía el poder de borrar con su roce todo carácter impreso sobre él. Eric se sentía poderoso, se veía con la capacidad de moldear el mundo a su antojo, así que decidió lanzarse a recorrerlo todo haciendo alarde de su poder. Caminó y caminó borrando aquí y allá, pero al tiempo descubrió que el caminar le desgastaba sus pies de goma, entonces se detuvo y decidió que el mundo estaba bien así.

Renacimiento

Y lo absurdo dejó de estar de moda, y rompimos una lanza en favor de los sentidos, y olvidamos nuestro orgullo impuesto por las modas, y salimos a la calle a pasear simplemente, sin reparar en la gran mentira que hasta entonces había sido todo.

Cerca

Tan cerca del suelo no pude percatarme del resto del mundo, y eso me hizo feliz.

Discrepancia

-"Perdona que te diga, pero yo no lo veo igual"- Y diciendo esto se quedó tan ancho el invidente.

Dolmen

De piedra y de pie, de alma de hombres henchido, tranquilo.

Mirando a lo lejos sin ojos, dormido.

Vigía sin tacha, camino prendido,

de altos designios, de bajos instintos.

Hoy la piedra duerme en sueños tranquilos,

las almas la rondan vagando en el filo,

milenios las cubren de yedra y espinos,

lara laralá, lara laraliro.

Volando vengo

Doce horas de vuelo dan para reflexionar abundantemente sobre lo humano y lo divino, tal vez más sobre lo humano.

Bugs

El entomólogo sacó de su bolso un orondo escarabajo rinoceronte, y agitándolo ante la cara del atracador le instó a desistir de su empeño. El delincuente seguía en sus trece, pero ya con un poquito de asco.

Circo

Desde que trabajaba en aquel circo los enanos no habían parado de murmurar. Pensaban que aquel trapecista era un payaso.

Con mucha leche...

La inesperada estampida dejó la cafetería vacía por un instante, por suerte las vacas no saltaron la barra y la integridad de los camareros se mantuvo intacta. Mañana pediré el café solo.

Reportando

Ayer por desgracia no pasó nada. Lo cual tampoco es tan malo según las estadísticas.

Último recurso

Intentó dejar de lado aquellos oscuros pensamientos y buscar un resquicio de luz. Pero el fino haz era insuficiente para sostener su voluntad apagada. Finalmente tuvo que hacerlo: tendió su mano al frente y pese a saber que la herida sería dolorosa, se agarró a aquel clavo ardiendo.

Sobremesa

El sudor sobre la comisura de los labios me impedía concentrarme en el olor de aquella inmundicia. El mareo que se desprendía de la opípara comida hizo temer por la integridad de mis pensamientos. Por suerte un eructo vino a sacarme de mi incipiente ensueño.

El Erizo Sorprendido

Atónito Se agobia y Rueda.

Inés Perado

Le pedí peras al olmo y me las dió. Ahorá ya no se en quién creer...

Rewind

El pájaro dejó de cantar al tiempo que la copa caía de su mano sin vida. Sin embargo, en cuanto el ave reinició su canto, la copa se recompuso y volvió por si misma a colocarse en su mano presta.

El chino

Le llamaban el chino porque era de Elche, y el fuerte de aquellos tipos no eran precisamente los gentilicios.

Los tres zombis

Eran tres zombis muy peculiares. Harry era el más alto, la resurrección de los cuerpos le había pillado un poco por sorpresa y apenas le dió tiempo a peinarse, pero suplía su horrible peinado con una macabra sonrisa. Peter era más bajito, con una horrenda melena cogida en trenza y unos ojos como platos a punto de salirse de sus cuencas, una pinta muy divertida, aunque no menos desagradable al tiempo. Por último Dan era el más feo de los tres, tal vez por su falta de dientes o por lo estrambótico de su vestimenta, pero los otros le habían cogido cariño y no se separaban de él. De todas formas no me hagáis mucho caso, porque estaba oscuro.

Tras el concierto

El pianista pidió cerveza, el guitarrista agua sin gas y el percusionista congas.

In crescendo

Cuando era niño quería crecer para entender el mundo, luego me hice adolescente y luché por que el mundo me entendiese a mí. Ahora he crecido, y el mundo y yo no nos hablamos.

Epopeya

La mayoría de aquellos soldados no fueron tan valientes como contó el poeta. Simplemente tenían hambre y frío, pero claro, son motivos que hacen un flaco favor a la épica literaria.

La locura no es así

Mirando alrededor sin escapar del todo y más. Subiendo paredes de tierra escarpada en retazos de azul verdoso salpicado por el oleaje de tus ojos. Sin ira y sin medrar, a punto de tenerte de vuelta y sin recibo. No he dormido apenas hoy y sin embargo el sueño se niega a decirme la verdad del sinsentido de un camino adormecido. ¿Y la última frase? Esa la he quitado porque estaba de más.