miércoles, julio 08, 2009

La muerte en un click

Intentó proteger su cabeza agarrándola, pero no tenía codos que flexionar. Intentó echar mano a algún saliente, pero ninguno era de la medida adecuada al hueco entre sus dedos. Intentó doblar las rodillas para rodar, pero tampoco tenía articulaciones en las piernas. Estaba destinado a no sobrevivir al golpe. Se lamentó por todo ello durante el breve instante de su vuelo. Pero al final de su caida se alegró de ser de plástico.

1 comentario:

  1. Éste relato nos deja plenos de interrogantes,a quienes de por sí ya estábamos plagados por el exceso de las mismas;entre las más
    destacadas: ¿Hay una vida pensante en un ser de plástico?,si así fuese,¿Reside lo pensante en el material mismo,o hay un pensamiento relativo al tipo de ser plástico en sí?
    Quien guste agregarlo a su lista de paranoias deshágase de objetos plásticos que le puedan suponer una amenaza.
    ¿Saben de alguien que crea en un Dios de plástico?
    Quienes rezan a un santo de plástico dicen que en realidad la estatua sólo simboliza al mismo.
    Si ya saben éso,¿Para qué necesitan simbolizar?,y la peor duda,¿De verdad los dioses y los santos desean que alguien les rece?
    ¿Y para qué?
    ¿Vé todo lo que ha provocado su cuento?

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