Rebelión en la granja de render

Todos los GIFs son iguales, pero algunos con más shader que otros.

Realidad alternativa

Voy a tratar de contarlo tal y como ocurrió. El encargado del restaurante recogió del suelo el plato volcado por el camarero, mirando de reojo a la señora del traje oscuro que no paraba de refunfuñar. Entonces, con una veloz maniobra, el tipo lanzó una patada giratoria a la cabeza de la interfecta, haciéndole saltar por encima de las mesas y aterrizando sobre un carro repleto de pasteles. La señora se calló para siempre. Bueno, al final no pude.

Noche de tormenta y nada

De un trazo, rasgado, el rayo surcaba lo negro del cielo en la noche de lluvia con sorna y ruido de fondo quebrado. Me apago. Sin nada que ver más allá de la luz del olvido amarrado, me oculto. Sin ramas de árbol ni dientes de ajo, sin ojos, descubro asombrado que tras el sonido estruendoso y la luz cegadora de filo acerado no quedan reparos. Me paro

Zarzuela de marisma

El banco de peces no daba crédito a sus pesquisas. La lubina sonreía con mandíbula falsa de lubina al vino de Marsella y jabón. El ostracismo del mejillón ocultaba secretos obscenos tal vez a los ojos de algunos, mas la anémona impedía al cangrejo seguir yendo para atrás sin certeza de abandono militar y bogavante. Adelante, dijo la cigala china pensando en su amada hormiga. Luego cayó en que tal vez metió la gamba, porque al fin y al cabo no es culpa del camarón que las fotos salgan veladas y menos en una noche tan señalizada. Para cerrar el cóctel, la ostra soltó una de sus perlas, dejando a todos branquiabiertos.

Ojo de halcón

Miró al infinito, pero el infinito nunca le devolvió la mirada.

El mago de la baraja

Entre sus dedos las cartas cobraron vida: las espadas entrechocaron, los oros tintinearon rebosando riquezas y los bastos florecieron en reverberantes brotes de enredadera. Solo las copas permanecieron quietas, esperando a que alguien libara de su interior un azaroso licor de embriagador aroma y suave tacto al paladar.

Cómo decir sí mientras se piensa no

1) Mover la cabeza pivotando sobre el eje de la misma con el cuello en trayectoria vertical de arriba a abajo.

2) Levantar ligeramente las cejas cada tres segundos con parsimonia.

3) Pensar mientras tanto en todo lo que podrías hacer como alternativa a lo que estás aceptando.

4) Pensar en las consecuencias de decir lo que realmente estás pensando en el paso 3.

5) Volver al paso 1

El despertar de las máquinas

Abrió un ojo alertado por el chisporrotear cíclico del monitor de su ordenador. Juraría que lo había dejado apagado antes de irse a la cama. Efectivamente, permanecía apagado, aquel ruido provenía del interior de su propia cabeza. Y es que a los robots nunca se les ha dado bien eso de dormir.

3 peces

El grande se comió al chico, y el tercero se alegró de no destacar en nada.

Mauro

Era un ser adusto y circunspecto, bastante contumaz a la vez que epentético y falaz. También era oneroso y patojo, algo perspicuo y a ratos mordaz. Sin embargo el resto del mundo solo veía a un idiota.

Partida en el infierno

Lanzó un dado y aquel hombre perdió su alma en manos del azar. El diablo sonrió y guardó el dado trucado. Era en esos momentos cuando más se alegraba de ser tan viejo.