lunes, enero 18, 2010

El escondite

El plano invertido de la ciudad de piedra no parecía indicar la salida del laberinto. El joven explorador sostuvo la antorcha apagada contra la ranura de un pequeño muro, accionando el mecanismo oxidado de herrumbres ancestrales y dando paso a la sala del tesoro a él y a todos sus compañeros, y a mi primero.

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