viernes, febrero 19, 2010

El rey y el pegaso

El opulento monarca pidió a sus sabios que construyesen un caballo mecánico capaz de volar y llevarle a tierras lejanas por encima de valles, ríos y montañas.

Cinco años tardaron los mejores artesanos y orfebres del país en construir la mayor obra de ingenieria mecánica hasta la fecha: Un pegaso de metal capaz de remontar el vuelo y mediante un complejo mecanismo, mover sus alas de cuero y seda para elevarse a las alturas transportando sobre su lomo a una persona.

El día de la entrega, el rey pidió a su mejor consejero que montara en el ingenio y se lanzase a los cielos para comprobar su funcionamiento, y así fué, el caballo alado se remontó hacia las nubes transportando al asustado cortesano y regresó tras unos minutos posándose con certera precisión sobre el suelo de la azotea de palacio. Tras comprobar que el maravilloso corcel funcionaba correctamente, el rey decidió dar su primer paseo, montando sobre él apresuradamente y aventurándose hacia las nubes.

Mientras todos le observaban volar, el orfebre principal preguntó a su ayudante:
-"¿Alguien le volvió a dar cuerda antes del segundo despegue?"

Se hizo un gran silencio.

Moraleja: "Si construyes pegasos, no te olvides de darles cuerda"

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