Era la fiesta más esperada de la ferretería. El baile había comenzado hacía horas, y todos disfrutaban con la orquesta. No había mucho donde elegir, las pocas chinchetas que quedaban estaban acompañadas de varios alegres tornillos, y un par de alcayatas bailaban en grupo con unos escoplos. El solitario clavo se acercó a otro clavo aburrido en una esquina: -"¿Bailas?"
Muy bueno,
ResponderEliminarme seguiré pasando por aqui
chao
El destornillador aun se está destornillando de risa.
ResponderEliminarSalut