El consejo de sabios se reunió en torno al fuego para debatir una vez más el destino del poblado. Los augurios y designios no eran favorables: el cuervo había volado a ras de suelo, el lobo había aullado tres veces desde su atalaya, la mangosta había anidado bajo el árbol muerto y el sol se había teñido de rojo la primera mañana de invierno. Lo que los sabios no sabían es que todo aquello solo fue fruto de la más pura casualidad.
viernes, marzo 26, 2010
Señalética ancestral
El consejo de sabios se reunió en torno al fuego para debatir una vez más el destino del poblado. Los augurios y designios no eran favorables: el cuervo había volado a ras de suelo, el lobo había aullado tres veces desde su atalaya, la mangosta había anidado bajo el árbol muerto y el sol se había teñido de rojo la primera mañana de invierno. Lo que los sabios no sabían es que todo aquello solo fue fruto de la más pura casualidad.
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A lo mejor el consejo de sabios apagó vio que el destino llegaba lleno de casualidades.
ResponderEliminarSalut
La mente quiere ir más rápido que el ordenador y su brazo ejecutor, la mano, por esto se escriben comentarios sin sentido.
ResponderEliminarEspero sepas disculpar mi torpeza. Quise decir:
A lo mejor el consejo de ancianos apagó el fuego y vio que el destino llegaba lleno de casualidades
Salut
De cualquier forma nos deja con la interrogante,¿Acaso existe la casualidad?
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