Relatillos de andar por casa, por Antonio Segovia.
miércoles, abril 14, 2010
Impescado
Tras tirar del hilo y descubrir que estaba roto, el pescador puso un nuevo anzuelo en su caña, colocó otra vez el cebo y volvió a probar suerte. Bajo el agua, el pez tijera no paraba de reír.
Jajaja, bien, bien, buena idea, me gustó.
ResponderEliminarSaludos
Jeve.
Los hombres no tienen nada que hacer ante los peces tijera, los peces martillo y los peces espada.
ResponderEliminarSalut
jaja,ésta si es Dios.. Felicidades!
ResponderEliminarJa ja! creo que todos reimos con el pez tijera. Me has sacado una sonrisa en una tarde sombría.
ResponderEliminarEXCELENTE.
ResponderEliminarMuchas gracias, agrada poder compartir estas ideas y ver que no caen en saco roto :)
ResponderEliminarUn abrazo