Relatillos de andar por casa, por Antonio Segovia.
viernes, junio 11, 2010
Paraboleando
La juventud le pilló de improviso, se tatuó un unicornio en el brazo y robó un coche. A los cuarenta salió de la cárcel y ya no tenía las fuerzas de antaño. Se tatuó un coche en el brazo y robó un unicornio.
Veo que la cárcel te ha tratado mal. No desesperes Sego! ^^
ResponderEliminarSiempre hay cárceles y cárceles...
ResponderEliminarNo se pueden robar unicornios..
ResponderEliminarya se puede andar al "lorito" quien lo haya hecho!
;)
Los tatuajes no son de fiar.
ResponderEliminarSalut
Me gustó este micro, por su estructura. Sigo leyendo por aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por los comentarios. Ningún unicornio ha sido herido durante la realización de este micro. :)
ResponderEliminarSi se robó al unicornio, espero que le trate bien, por que sufriría si no lo hace.
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