martes, septiembre 14, 2010

Interior


La botella me miró fijamente y me preguntó: -¿De qué estoy rellena?

-De colonia, le contesté.

-Ya notaba yo cierto olor fuertecillo… Respondió, y volvió a callar para siempre.

Desde entonces me pregunto cómo puede ser que ciertas botellas desconozcan su contenido.

4 comentarios:

  1. Brillante analogía, quizás es que no lo han puesto a prueba.

    ResponderEliminar
  2. Quizás quería ponerte a prueba, a ver si sabías de qué estaba rellena y la sorprendiste con tu sincera respuesta. ¿O no era perfume?
    Salut

    ResponderEliminar