miércoles, septiembre 29, 2010
Caprichosas musas
lunes, septiembre 27, 2010
Velada
Elegí aquel restaurante entre un millón, la cena era perfecta, las velas rojas, el vino caro, todo invitaba al romance, y ahora sin duda, ella me estaba mirando a mí: su posición erguida, su leve giro de cabeza, su velada sonrisa, la vibración de sus antenas... Traté de espantarla disimuladamente con la servilleta para que no estropeara el momento, pero sin duda era de esas cucarachas que no atienden a razones.
miércoles, septiembre 22, 2010
Punto y final
Miró por última vez la pantalla, con un regusto amargo a la vez que triunfal. Hizo click dos veces sobre el icono, mientras una lágrima resbalaba por su mejilla. Finalmente dirigió el puntero a la esquina superior de la ventana y tocó la cruz mientras su índice apretaba tembloroso el botón izquierdo de su ratón. "Adiós"..pensó, y cerró el navegador.
Al menos tendría el honor de haber sido el primer hombre en terminarse Internet.
Al menos tendría el honor de haber sido el primer hombre en terminarse Internet.
lunes, septiembre 20, 2010
Plan perfecto
Se armó de valor y agarrando con fuerza la manilla, abrió la puerta con decisión. Cruzó el desierto pasillo y giró a la izquierda. Se dirigió a la puerta del fondo, la cual se mostro franca a su paso, y enfiló la salida a través del inmenso patio. Las luces a su alrededor pululaban buscándole, pero no coincidieron con su sombra en ningún momento. Salvó la última cancela y pisó la calle con calma, respiró y se alegró de que salir de la cárcel hubiese sido tan sencillo.
Es lo que tiene ser el alcaide
jueves, septiembre 16, 2010
Ex-calibur
martes, septiembre 14, 2010
Interior
lunes, septiembre 13, 2010
Cuentos Pupilares
miércoles, septiembre 08, 2010
Sobrecogedor
Noté un leve ruido a mis espaldas y no quise mirar. Algo rozó mi hombro y apenas tuve valor para temblar. Un toque en mi brazo y seguía sin poder moverme. La oscuridad no acompañaba a tomar la iniciativa mientras el miedo invitaba a huir. Cerré los ojos, apreté los puños y supliqué por que desapareciera. Cuando abrí los ojos y reuní el valor para mirar, no había nada. En realidad nunca hay nada.
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