martes, febrero 01, 2011

A bombo y platillo

No estaba seguro de que aquello fuese un platillo volante, y pese a que el robot gigante estaba destrozando el edificio de enfrente, opté por acabar primero con los cuatro alienígenas que me rodeaban arrojándoles los posos del café. Esto empieza a ser insoportable, es la quinta vez que tratan de invadirnos este mes...

2 comentarios:

  1. jjajajja menuda aparente normalidad, venga invasiones, venga invasiones... jeje

    Un saludo indio

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  2. Jeje, seguro que los posos del cafè son un incentivo para que nos invadan, sobretodo por la mañana.
    Salut

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