viernes, enero 28, 2011

Poderes

Arturo se levantó una mañana y descubrió que tenía poderes. Podía ver dentro de su propia mente y encontrar recuerdos que sólo él poseía. Podía desear cosas y conseguirlas a través de su esfuerzo y determinación. Podía hacer sonreír a los demás simplemente mostrando su propia sonrisa. Podía sentir pena, alegría, misericordia, amistad y amor, dependiendo de la situación y de quienes le rodearan en cada momento. Arturo ya sólo necesitaba un nombre de súper héroe adecuado : Personaman.

miércoles, enero 26, 2011

Me enseñaron

Me enseñaron que en los días de lluvia, hay que salir a la calle en bañador. Me enseñaron que andar descalzo agudiza el ingenio. Me enseñaron a leer los libros empezando por el final. Me enseñaron que la luz de la luna es suficiente para escribir un poema. Me enseñaron que el sabor amargo puede ser el más dulce. Me enseñaron que los que ganan no son siempre los mejores. Todo eso y más me enseñaron, y enseguida lo olvidé...

miércoles, enero 19, 2011

De lirios

Doce gorriones en un cable de acero sostenían la esperanza de una vida en libertad. Moldavia no estaba en ningún mapa antes del amanecer, y eso no era lo habitual. El tranvía de los muertos no pasó a su hora y nadie lo echó en falta. Es ahora cuando los buitres esperan su inerte festín con más ahínco. Sueños de cuenta atrás y contínua agitación me hicieron ver que todo es efímero y que puedes despertar con dolor de cabeza a diario. Ya he tomado mi medicina y estoy mucho mejor, lo prometo...

martes, enero 11, 2011

Pilares


Un buen día, el rey mandó llamar al más afamado arquitecto del país para llevar a cabo una obra que acallara los rumores de que la pobreza atenazaba la región.

La Corte puso a disposición del maestro constructor todos los hombres, caballos de tiro y materiales que pudieron comprarse con las maltrechas arcas del reino.

Los hombres eran pocos, los caballos viejos y los materiales escasos.

El rey ordenó construir una catedral majestuosa y barroca que había de estar finalizada a principios de invierno. El maestro miró a su alrededor y volviéndose hacia el monarca, espetó:

"Con estos recursos que ahora ponéis a mi cargo, majestad, y en el tiempo que marcáis, podéis hacer dos cosas, y ninguna de ellas es una catedral."