Ese olor
Igual que ahora, ese olor vuelve desde entonces a mi mente, me rodea, está a mi lado, me envuelve. Huele a agua y tierra, a barro y a bosque, a llanto ahogado en el fondo de los pulmones de un niño, a rabia afincada en el corazón de un hombre, al frío de la oscuridad que habita en el alma de mis captores. Es el olor del odio...
Sigo con atención el deambular del "ser" por la naturaleza. Pienso y concluyo pero no acierto.
ResponderEliminarSalut