sábado, enero 11, 2014
Esoterismo
La médium contempló una entidad que sostenía en sus manos un bastón oscuro. Observó que era un hombre maduro, peinado y con bigote, de expresión severa. Vió como se acercaba otra entidad, una mujer regia, de pelo largo, vestida con ropas antiguas y portando un enorme cesto. Comunicó esto a su cliente y éste afirmó que eran sus padres, fallecidos tiempo atrás. Así día tras día, la medium daba paz a aquellos que necesitaban reconfortarse, aunque lo que nadie sabía, ni incluso ella, era que su poder no consistía en ver fantasmas, simplemente tenía la capacidad de ver materializarse los recuerdos.
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Hombre, camisa negra, dice llamarse Alberto, que no te olvides comprar alimento para el perro.
ResponderEliminar- ¿Alberto murió?- Y Alberto estaba en la cocina. Vivo.
esta interesante mmmmmm
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