sábado, marzo 28, 2015
Esperando
Trazado el pentagrama y animadas las velas, solo el conjuro faltaba. La bruja apretó los dientes ante el dolor mientras clavaba la aguja en su pecho. Los cantos aumentaron su cadencia y la médula crujía bajo la presión de las fuerzas infernales que rodeaban el lugar. Esparcidos los cuatro elementos y sacrificadas las vidas al maligno, el ritual ya estaba a punto. A unos metros, la fila de personas crecía poco a poco, mientras más y más viajeros se unían a la cola. Estaban esperando el belcebús.
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