jueves, abril 02, 2015

Quien mucho a barca...

Lo pasamos bien remando en nuestra barca de risas. Cuando la brisa torcía el rumbo y nos acercábamos a la orilla, el casco temblaba al rozar el fondo, pero con un golpe de remo volvíamos al centro del río, del mundo y del tiempo. Cuando te cansabas, remaba yo, y tú hacías lo mismo cuando yo dormía, juntos a la par, uno sobre otro, hasta que llegásemos a alguna isla. Pero a veces pasa que fallan las fuerzas, y si no son estas, nos fallan las ganas: y la barca muerta se choca en la roca, y ambos nos caemos en las frías aguas. "Tienes que nadar"- oí que decías- yo nadaré entonces, hacia la otra orilla, y que tengas suerte con tu nueva vida. No puedo nadar y quedo en el agua, flotando sin ganas siempre a la deriva, y una catarata al fondo me ruge: que te vaya bien en tu nueva vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario