Le di la vuelta al mundo para caminar por el cielo; para pisar las nubes y jugar al fútbol con la luna. Para que la lluvia cayese hacia arriba y las aves volasen entre mis pies. Le di la vuelta al mundo para no tener que ver al sol salir corriendo, para estar siempre cerca de las estrellas y ver el mar brillando en las alturas. Para que todo fuese como tú querías, para que el blanco y el negro no fuesen siempre lo mismo. Le di la vuelta al mundo para empezar por el final y acabar por el principio, para quitarme los zapatos al despertar y ponérmelos al acostarme, para no tener que pensar para darme cuenta de las cosas. Para llorar de alegría y reír de pena, para saltar bajito y hablar a ciegas, para salir entrando y entrar saliendo. Tal vez, le di la vuelta al mundo para nada.
Foto: Zahira Tomasi
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