viernes, abril 24, 2015

Subsuelo

La linterna iluminaba la penumbra de aquellos canales con su hiriente haz de luz. Después de días recorriendo el subsuelo, observamos como en algunas zonas fluía una lúgubre corriente arrastrando gominolas y piruletas de colores, rodeado todo de un olor dulzón y una melodía pegajosa. Los carteles púrpura y dorados junto a las escalerillas barnizadas de moho, creaban un inquietante escenario, haciéndolo más tenebroso por momentos. Oímos como algunas ratas corrían por los desagües, saludando mientras se ajustaban sus corbatas y sombreros. Una de ellas me sonrió, sacó la lengua e hizo una pedorreta. No cabía duda de que habíamos llegado a las alcantarillas de Disneylandia.

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