lunes, agosto 17, 2015

Microsueños V: Control

Fuí consciente de que soñaba y decidí tomar las riendas. Comencé lanzándome al vacío y agitando mis brazos sabiendo que levantaría el vuelo como un águila indomable, alcanzando el sol cual Ícaro renacido. El cielo se oscureció con nubes de tormenta que pretendían tornar el momento en pesadilla, pero ahora mandaba yo. Aparté la oscuridad con mi mera voluntad y despejé mi camino hacia el infinito, hacia las estrellas, hacia centro del universo. Cuando por fin alcancé mi meta, descubrí que el centro de todo lo conocido no era un astro incandescente, ni una enana roja, ni siquiera una galaxia horadada por agujeros de gusano y vórtices espacio-temporales, no, el centro del Universo era una persona, una personal normal y corriente, con sus miedos y sus anhelos, con sus sueños y sus sentimientos, con todo lo que una persona debe tener para ser el centro del Universo. Cuando me desperté no sé si seguía soñando, pero ahí estabas tú.

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