viernes, septiembre 18, 2015

Microsueños VII - Resaca

Desperté desnudo y marcado. En mi muñeca un triángulo metálico incrustado a fuego brillaba con un extraño halo azul. No sentía dolor ni molestia, era como si siempre hubiese estado ahí. Caminé durante un rato por aquella playa, una playa que nunca antes había visto, sembrada de palmeras y plantas desconocidas para mí. Tras la línea del bosque ví el obelisco. Aquella enorme estructura flotaba en el aire como por arte de magia, atravesada por un rayo de luz verde que procedía de más allá de las nubes y tocaba el suelo; un rayo que parecía mantenerla ingrávida. Traté de recordar cómo había llegado allí, pero mi mente no registraba ningún recuerdo anterior a aquel despertar. Busqué refugio tras encender una pequeña fogata y caí dormido acariciado por el sonido de las olas. Cuando desperté no había ni rastro de aquel triángulo en mi muñeca, ni playa ni palmeras, ni mar ni olas, solo una cama desecha y un terrible dolor de cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario