martes, enero 26, 2016

MICROSUEÑOS IX: Buenas noches

El temblor no fue de tierra, sino caído del cielo y procedente de una galaxia lejana. Me dirigí a la puerta sabiendo que tú entrarías casi sin saludar, dispuesta a visitar a Cleopatra sin decirlo, y habiendo dejado atrás un pasado velado y un trabajo apagado. La casá creció de repente, y lo hizo para adaptarse a mis sueños y a tus maletas, las que no estaban, las que nunca están cuando se las necesita. Las ganas de vernos hicieron el resto, la cama del suelo y el techo del cielo, no hubo palabras pero sí hubo hechos, rozando tu vida y haciendo ese cielo llenarse de estrellas fugaces, con las manos juntas sosteniendo un beso en el que los labios se encontraban presos. Sonó la campana a la hora acordada, y todo volvió a respirar como ahora, sin cama ni gloria, sin suelo ni aliento, tan solo con sueño y el grato recuerdo de haberte tenido por unos momentos.

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