domingo, noviembre 05, 2017

Mentiroso



¡Que viene el lobo!– gritó Pedro de forma algo sobreactuada.
Todos corrieron a recoger sus rebaños, aún a sabiendas de que estaba mintiendo, pero “por si acaso”.
Pedro llevaba años haciendo lo mismo, pero al ver que sus mentiras eran creídas por sus convecinos una y otra vez, llegó a rozar lo ridículo. Mentía con tal descaro y desfachatez, que se permitía el lujo de engolar la voz, bailar mientras gritaba o incluso hacerlo cantando. Daba igual, todos le creían porque se habían acostumbrado a hacerlo.
Pedro creció y ya no amenazaba con que venía el lobo, ahora simplemente agitaba una bandera.

1 comentario:

  1. Joder, más destrozao el cuento para toda la vida. Que final mas tenebroso y realista. Haz tu el guión del juego tio.

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