Notó el calor sobre su piel y sonrió orgulloso. Esa sensación
desconocida para él era más agradable de lo esperado. Durante siglos
trabajó en la fórmula perfecta, y las quemaduras en su piel lo
atestiguaban. Hoy por fin el vampiro pudo contemplar el amanecer.
(Mi relato participante en el reto de M. Floser #Flosercuento - bit.ly/FloserCuento1 )
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