Relatillos de andar por casa, por Antonio Segovia.
jueves, enero 10, 2019
Accidentalista
Caminaba sin mover los pies y hablaba sin mover la boca. Podía oír a los
muertos y callar a los vivos. A su paso las plantas marchitaban y el agua
se volvía barro. Todo cambió desde aquel día. El día en que leyó el
libro maldito.
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