lunes, septiembre 29, 2008

Aprendiz de maestro

De entre todos los aprendices, Jonás era el más inquieto y curioso del monasterio. Una tarde paseando junto al maestro en su habitual meditación, Jonás se detuvo meditabundo, dejando en evidencia que una idea rondaba su cabeza.

El maestro se acercó a su altura y despojándose de su ceremonial capucha le instó a contarle el motivo de su preocupación.

Jonás preguntó entonces: "Maestro, ¿Qué puede hacer a un hombre más grande de lo que ya es?

El maestro no tardó mucho en contestarle: "Un gran corazón puede hacer a un hombre más grande"

Pero Jonás era más curioso de lo que cabía esperar, y trató de llegar más lejos, preguntando: "Sí, pero ¿qué puede hacerlo más grande si ya tiene un gran corazón?"

El maestro pensó un instante, no demasiado, menos del tiempo que tarda en caer una hoja desde la copa de un abedul, y contestó: "Después de un gran corazón, un hombre puede hacerse más grande con una gran inteligencia"

Jonás asintió, pero no estaba aún satisfecho y siguió preguntando: "Y después de esas dos cosas, ¿qué haría que un hombre fuese más grande aún? oh, maestro."

El maestro necesitó meditar unos segundos, no más de lo que tarda el trueno en delatar al relámpago en la montaña lejana, pero al fin contestó: " La tercera cosa que puede hacer al hombre más grande, es la sabiduría."

El maestro se sintió satisfecho y no esperó una nueva pregunta, pero Jonás aún no veía colmada su necesidad de saber, y volvió a preguntar: "Pero maestro, ¿qué podría hacer que un hombre, aún poseyendo todo lo que decís, fuese aún más grande?"

El maestro miró a Jonás con una expresión que no había adoptado en años de pacífica meditación y períodos de eterna armonía, por un momento el trueno en la montaña temió por su prevalencia como el sonido más fuerte del valle, pero el maestro reflexionó, respiró como solo lo sabe hacer un maestro entrenado en las más ancestrales artes y contestó con calma: "Si un hombre se ha hecho grande mediante su gran corazón, luego más grande con su inteligencia y finalmente ha vuelto a ser más grande a través de una gran sabiduria, la única forma de ser aún más grande es usar tacones".

Jonás nunca olvidó aquella lección.

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