miércoles, febrero 07, 2018

Charles Dickens que estás en los cielos



La nieve hacía crujir los huesos al caminar. Toda la ciudad bullía en silencio con los preparativos de la noche de Navidad. Señoras con grandes canastos, banqueros con bolsas tintineantes, campesinos con gordos pavos, todos tenían una misión o un cometido en aquella agitada urbe. Mientras tanto, refugiados en una oscura buhardilla, ellos, los tres fantasmas de las navidades presentes, pasadas y futuras, mataban el tiempo jugando al bridge esperando el momento de presentarse a míster Scrouge.

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