La aldea
Caleth era una pequeña aldea de pescadores donde convivían no más de veinte familias. Los aldeanos me acogieron con extrañeza, pero fueron amables. El jefe era un hombre grueso y barbudo al que llamaban Humpert. Humpert tenía esposa y dos hijos, y a partir de aquel día se convirtió en mi protector. Me enseñó a remar y a pescar, y así acabé por terminar de conocer y temer al río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario