lunes, abril 06, 2015

¡¡Vuelven!!

Al olor de la carne putrefacta, los buitres vuelven a asomar la cabeza, incluso aquellos que permanecieron por tiempo ocultos esquivando sus culpas y fracasos. Ahora vuelven a surcar los cielos con nuevas promesas de cambio, con los picos afilados y la mentira incrustada en sus garras; moviéndose entre sus presas con pieles de cordero muerto, rebozados en la sangre de sus atroces crímenes, prometiendo a aquellos que primero hirieron lo que jamás debieran haberles robado, rebuscando entre los tuétanos la confianza que perdieron por sí mismos. Ahora vuelven sumisos y complacientes, desdiciendo sus mentiras y justificando sus desmanes. Se demuestra que la carroña no es la cosa que peor huele, sino aquellos que se alimentan de ella, cuyo hedor traspasa incluso su propia decencia.

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