jueves, agosto 13, 2015

T

Abrió la carta con avidez, víctima de la impaciencia y el deseo de saber su contenido. Había esperado aquella misiva durante mucho tiempo, y por fin accedería a su intrigante mensaje. Dentro, una hoja de papel blanca y una única letra: T.
¿Qué quería decir aquel enigma? ¿T de Te quiero? ¿T de Te odio? ¿T de Tomate?
En su cabeza las posibilidades desfilaban pintando tantas opciones y composiciones como su mente era capaz de discernir: Te echo de menos, Te quiero matar, Te olvido cada día más, Te deseo con locura, Te voy a esperar, Te estoy viendo, Té con canela,...
Incluso llegó a pensar que tal vez fuese el comienzo de una colección de cartas que contuviesen una letra cada una y formasen una palabra al juntarlas todas...T-ú, T-o-n-t-o, T-o-r-p-e, T-o-d-a-v-í-a, T-a-r-d-e, T-a-l-v-e-z,...

Comenzó a dar importancia a la T, se planteó hacerse una camiseta con esa letra bordada, un póster, un tatuaje en forma de T, soñaba con esa letra y todo su mundo comenzó a girar en torno a ella: Tomaba tarta tibia tras tararear tonadillas tontas y tendía telas tornasoladas teñidas tenuemente. También tensaba tambores tintados tocando temibles timbaladas tribales.
Una tarde apareció al cartero, vino a informarle de que aquella carta fué entregada por error. Ya era tarde, la T se había grabado a fuego en su alma.

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